Artículo publicado en La Libreta de adComunica, en el Periódico Mediterráneo, el jueves 6 de febrero de 2025, por David Hernández Beltrán, responsable de comunicación en Cuatroochenta:

4 llaves para conducir el carro

Algunos supermercados, como el mío naranja, han liberado sus carros de la compra de la llave con moneda. Han llegado a la conclusión (más vale tarde que nunca) de que la comodidad para su clientela, ahora que apenas manejamos calderilla, es más importante que proteger con tanto celo su flota y su logística. Al margen del profundo trasfondo sociológico de ese simple gesto, ¿puede haber algo que comunique más? «Nos fiamos de ti y priorizamos tu experiencia de uso».

Todo comunica: desde un mail o un whatsapp hasta lo que se hace con tal fin, como un vídeo vertical para redes sociales, pasando por la respuesta de ChatGPT a una consulta sobre tu empresa.

Así que la claridad del mensaje, saber qué decir y cómo decirlo, es la primera llave para hacer buena comunicación. Saber qué decir, por qué, a quién y para qué. Independientemente de que tu interlocutor sea el consumidor final, la ciudadanía u otras empresas e instituciones.

Y ese es mi primer objetivo en este espacio cedido por adComunica (gracias por mover el árbol): compartir unas pocas ideas claras de mi experiencia en comunicación corporativa, la mayoría en la tecnológica Cuatroochenta. Compartir lo que he aprendido y también lo que he desaprendido.

Coherencia
La segunda llave para conducir el carro (no solo para subirse) de la comunicación efectiva hacia la generación de confianza es la coherencia: decir lo que somos y ser como decimos. Ofrecer nuestra mejor versión, sí, pero con transparencia y responsabilidad. Para ser consistentes y tener garantías de cubrir las expectativas.

Esa llave está muy relacionada con la tercera: el equipo. Porque para comunicar con credibilidad tiene que hacerse con convicción, el mejor alimento para la motivación y la creatividad.

Y un buen equipo de comunicación está formado por personas curiosas y constantes, con ganas de aprender, compartir y conocer los recursos que más le pueden ayudar. Esta, la cuarta, es la llave que lo termina abriendo todo.